1. |
casa
05:42
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El aire de la tarde se estremece,
las horas se escaman como siempre,
la calle nos mira regresar
Con el último aliento que nos queda,
volviendo del vacío intermitente
se sienten los ecos del ayer
Pero hay un lugar latiendo
que guarda una mirada tan profunda,
las puertas, el abrigo, la inocencia,
tan cerca y tan distante a la vez
Adentro los restos del afuera,
las huellas del viaje en la piel,
un hijo que encuentra su estación
Hacia ese lugar ardiendo,
pura intensidad que perdura,
las puertas, el abrigo, la inocencia,
tan cerca y tan distante a la vez
No hay regreso más feliz
No hay encuentro más feliz
No hay destino más feliz
No hay augurio más feliz
No hay recuerdo más feliz
No hay instante más feliz
No hay deseo más feliz
No hay refugio más feliz
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2. |
la llama inquieta
04:57
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Dejame ver, dejame ser, dejame entrar,
a ese lugar, el que una vez soñamos explorar
Una mirada, un movimiento, un resplandor
buscan a tientas el umbral, la conexión
Un encuentro vital, con las palabras y el mar
Sumergirnos en la corriente
y dejarnos llevar, hacia la profundidad.
Dejame ver, dejame ser, dejame entrar,
donde una vez pactamos juntos caminar
Un encuentro vital, con las piedras y el sol
Descubrir esta llama inquieta
y quemarnos hasta el fin, hasta la profundidad
De las tormentas brota la contradicción,
mi propia trampa, el alimento y el terror
Dejame ver, dejame ser, dejame entrar,
entre las manos traigo el ansia de buscar
esa joya sutil, que nos eriza la piel
Pude ser un errante, o un poeta
y en la noche más feliz, suspender la realidad.
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3. |
el límite
02:08
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Caminar hasta desintegrar
los pasos, las voces,
hasta el límite de la ciudad,
el borde del cuerpo
Una trama me alcanzó
Nubes, nombres, pared
Demasiada información,
eso, asumo, nos va perdiendo
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4. |
despierto
03:16
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Un nuevo amanecer
de puentes más que nudos y caprichos
Correrse y aprender
las señas y a mirar con sentimiento
el desorden que hay aquí,
las notas que tocamos en silencio,
una forma de andar despierto
Y jugar por jugar,
perderse en acertijos imposibles
Tirarse y naufragar
haciendo germinar lo inesperado
Lo que ocurre aquí
nos pide un abrazo interminable,
sonreirse y dar de nuevo
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5. |
incómodo
03:43
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Respiro una incomodidad,
un espejismo, una inconformidad,
son estos cuerpos en el mar
moviéndose al azar
Anido una curiosidad
por las historias, la continuidad
Las formas, la transformación
y el eco que es rumor, repetición
en las sombras, en la piel,
en las luces, la ciudad.
Cultivo una fragilidad
en contra de toda velocidad
en los desvíos y en la ambigüedad
me siento bien
Sin orillas, sin edad
Improvisando en la fugacidad
Un encuentro con las huellas
de esta delicada humanidad,
lo que hacemos y por qué
lo que dejamos escapar
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6. |
alguna vez
03:01
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Alguna vez tenés que hablar
aunque las palabras duelan
Alguna vez tenés que andar
aunque te quemen las venas
Enloquecer y desafiar las formas y las certezas
así el mundo despierta
Esa pared es un trágico don
rompe las aguas de un río
Piedra y maleza, mágico don
vuelve a la tierra su mudo dolor
Alguna vez tenés que oír
las voces de la marea
Amanecer, desvanecer
entre la noche y la arena
Alguna vez tenés que dar
aunque el vacío parezca
que trama tormentas
Esa pared es un trágico don
crece en el margen de un río
Si puedo entender, puedo encontrar
en el rumbo errante la oportunidad
Alguna vez tenés que unir
el ruido y las ocurrencias
el fuego y la niebla.
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7. |
primitivo
04:25
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Barro y piedras para comenzar
Sangre y deseo, un augurio
Los huecos gritan desde dónde?
Abriendo el misterio que nos llevará, así
Remanso y niebla, un refugio
El fuego tiembla y borra el temor
Las sombras bailan un poco más allá
y conjuran de a poco su propia oscuridad
Y así, pequeño, el universo
insiste, resiste, intenso animal.
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8. |
un niño en la ciudad
04:23
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Un niño en la ciudad,
una transformación
Las ganas de mirar,
cambiar de dirección,
la calle es un desvío
Es tarde y hace frío,
las sombras las miradas
no encuentran su lugar
Un rastro en la ciudad,
temor fascinación
A punto de pasar
a otra dimensión
Si los sueños no encajan,
esa es mi condición:
Un juego envenenado
no encuentra su lugar
Un alma en la ciudad,
pura repetición
Las formas de un ritual
que busca redención
en luces y en palabras
Trocar el odio en vastos
mundos imaginarios
que encuentren un lugar
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9. |
ventana
03:57
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Desde una ventana
puedo ver quizás
un retazo de cielo
de donde vendrán
Delirios de madrugada
ecos de algún lugar
aquello que no decimos
regresa por siempre
Desde una ventana
puedo adivinar
que el insomnio despierta
todo lo animal
Si el tiempo es buen compañero
el ritmo se intuye y va
El aura de los secretos
ya no me seduce
Dulce
y frágil
es la noche
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10. |
rodante
02:24
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Las horas que mañana volverán
Palabras repetidas que nos han hecho mal
Las horas que mañana volverán
Escenas repetidas que nos han hecho mal
Las ruedas vacías de la eternidad
Las noches sin tiempo
Huyan de esta realidad
Los ecos de la carne nunca mueran
Son huellas invisibles debajo de la piel
Los ecos de la carne nunca mueren
Son ruegos invencibles debajo de esta piel
Las babas del tiempo y la inmensidad
Las horas vacías
Huyan de esta realidad
Huyan de esta realidad
Huyan de esta realidad
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rodrigo jávega Rosario, Argentina
Mientras dure esta música, seremos en el aire la flecha. (Jorge Luis Borges)
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